domingo, junio 17, 2007
Otoño...otoño...
Otoño…otoño sumamente melancólico, quizás por tus atardeceres sepia o por tus árboles semidesnudos que me hacen recordarte…
Hoy, es creo que diecisiete de diecisiete, no se de que, creo que de algo que empieza con seis.
Ya yacían las cuatro, ya la tarde caía. Mientras pasaban aquellos segundos te vi, sentado en aquella vereda en donde la besaste tantas beses sé que contabas las hojas del gran viejo roble, aquellas atrevidas que caían rápido para besarse o encontrarse con el translucido suelo. Otras a su ves bailaban, eran buenas danzantes parecían bellas bailarinas de ballet seguramente nos invitaban a bailar con ellas, después de eso el tiempo llegaba a su final cuando llegaban a su paradero.
Mientras aquellas locas atrevidas bailaban, yo te recordaba puesto que el viento me susurraba tu nombre mientras pasaba rápido y pasajero.
Voltee mí mirar, y me reencontré en la loca vestida de blanco, ¿en que estará pensando?, seguramente en su amor, o en la triste partida que hizo ella cuando viajo hasta el viejo continente.
El piano a lo lejos, el niño con su padre jugando a las escondidas, mi viejo dándole de comer a las palomas, las mariposas revoloteaban mientras yo, yo simplemente soñaba, recordaba aquellas tardes, aquellas en donde te ame, en donde te soñé, en donde me dijiste que me amarías simplemente en tus brazos. Ojala volvieses…
Aquí en esta vereda, en donde don Luciano amo tanto a clarisa solamente aquí en donde el piano siempre iba a estar a lo lejos, y la primavera seria eterna, aquí al igual que la loca vestida de blanco despidió a Don Pablo A. antes de que se fuera para la dulce cuidad de amor, aquí mismo donde simple mente tomaste mi mano por primera ves, y dijiste en aquel momento lo indebido que a pesar de todo simplemente salio…
- Señorita, tome aquí estas pequeñas flores.
(Amarillas, mis preferidas)
- ah! Gracias niño, muy lindo de tu parte, no debiste haberte preocupado.
- Yo no fui.
- Entonces ¿quién las manda?
- El señor aquel del chaleco azul…
- ¿Manuel?...
Hoy, es creo que diecisiete de diecisiete, no se de que, creo que de algo que empieza con seis.
Ya yacían las cuatro, ya la tarde caía. Mientras pasaban aquellos segundos te vi, sentado en aquella vereda en donde la besaste tantas beses sé que contabas las hojas del gran viejo roble, aquellas atrevidas que caían rápido para besarse o encontrarse con el translucido suelo. Otras a su ves bailaban, eran buenas danzantes parecían bellas bailarinas de ballet seguramente nos invitaban a bailar con ellas, después de eso el tiempo llegaba a su final cuando llegaban a su paradero.
Mientras aquellas locas atrevidas bailaban, yo te recordaba puesto que el viento me susurraba tu nombre mientras pasaba rápido y pasajero.
Voltee mí mirar, y me reencontré en la loca vestida de blanco, ¿en que estará pensando?, seguramente en su amor, o en la triste partida que hizo ella cuando viajo hasta el viejo continente.
El piano a lo lejos, el niño con su padre jugando a las escondidas, mi viejo dándole de comer a las palomas, las mariposas revoloteaban mientras yo, yo simplemente soñaba, recordaba aquellas tardes, aquellas en donde te ame, en donde te soñé, en donde me dijiste que me amarías simplemente en tus brazos. Ojala volvieses…
Aquí en esta vereda, en donde don Luciano amo tanto a clarisa solamente aquí en donde el piano siempre iba a estar a lo lejos, y la primavera seria eterna, aquí al igual que la loca vestida de blanco despidió a Don Pablo A. antes de que se fuera para la dulce cuidad de amor, aquí mismo donde simple mente tomaste mi mano por primera ves, y dijiste en aquel momento lo indebido que a pesar de todo simplemente salio…
- Señorita, tome aquí estas pequeñas flores.
(Amarillas, mis preferidas)
- ah! Gracias niño, muy lindo de tu parte, no debiste haberte preocupado.
- Yo no fui.
- Entonces ¿quién las manda?
- El señor aquel del chaleco azul…
- ¿Manuel?...
*Y recordé el porque de un 17 de enero, el día que todo cambio…
Espero no ser la única…y ¿usted?
2 comentaarios:
"la loca vestida de blanco despidió a Don Pablo A."
Pobre tocayo...le va tan mal como a mí jaja...excelente publicación, hay dias que cambian nuestra vida...17 de enero o el 10 de diciembre ja!
Yo sé que pasó el 17 d enero...
¡Feliz de que estés feliz!
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