viernes, abril 03, 2009
Podría imaginarlo vistiendo zapatos de payaso, espada de madera, capa escarlata., con gigantes castillos y hermosas doncellas a sus pies.
Pero no voy más allá de esta pobre imaginación. Él vivía entre cartones dos pedazos de zinc cubrían su lecho y sus cobijas de terciopelo no decían mas que Black and Deker con llamativas ilustraciones de licuadoras, refrigeradoras hechas por algún loco botadas por algún ser humano su barba era tan larga que podía barrer su hogar, su sombrero era hondo por las limosnas del día, la suciedad no era problema , la sonrisa se borraba con el tiempo, la esperanza no formaba parte de su vocabulario sin embargo soñar, soñar solamente se le conocía en algunas. Catalino, porque asi lo puso su madre en indisposición de su padre, no conocía más que sus cartones y monedas de cinco.
El solía tener una vida normal, antes de titularla bajo el vicio. Él dejo de vivir, dejó su boca y sus poemas entre alcantarillas, por cambiar aguinaldo por alcohol. A la misma hora todos los días se le veía en el pub de siempre después de las seis y cuando salía no parecía más que un gato perdido caminando entre callejones tratando de descifrar algún trabalenguas pero aun así se le entendía perfectamente los morbosos piropos que le decía a alguna Eva prostituta que se encontraba por ahí. Catalino llegaba a su hogar dulce hogar normalmente tipo 3:30 y entre el jumaron que se pego recordaba un poco lo de su pasado entre sueños enredados y confusos…
Risas excitantes…
Continuara…