Fiesta en las Alturas

domingo, octubre 25, 2009

Pasacalles!....
Es una sensacion donde se encuentra uno entre musica de cimarrona ( trompeta, sax, timbaleta, platillos...) Personas bailando, Bailes tipicos, y gigantes moviendo sus manos de un lado a otro tambaleandose de un lado a otro y dando vueltas disfrutan con ritmo la pintoresca musica.
No es mas que decir que amo y disfruto de esto.



Fotografo:MarioGomez

Esta tradicion fue traida por los españoles a cartago


Alguien una ves...

Acabo de encontrar navengando entre blogs de viejos amigos
uno que quizas se baso en mi para escrbir esto... aca dice






martes 11 de marzo de 2008
No supe como titularlo...


Nunca sabré cuando escribirte esto, si de madrugada, cuando como a las ocho de la noche una idea llega y empieza a crecer depositándose en algún lugar donde sólo tiende a crecer, para quedar plasmada en oraciones. Podría ser también que quiera escribirte por la tarde, con el sol filtrándose y yo sentado bajo un árbol, en silencio propio o en ruido por uno mismo. Podría ser que te escriba cuando no me leas, o que te escriba después de un café o una llamada, por la única razón de escribirte.

Tienes que saber entonces, empiezo a escribir a las 8:35 de la mañana de un domingo, el sol está calentando, trato de estar sentado en una mesa, el diario trae una columna interesante sobre cine, crónicas de directores y esas películas pre-fama que me encantan, estaba leyendo el diario hace un momento, nada interesante, quizá un artículo o dos, pero nada que no supiera, escucho el ladrido del perro del vecino, los domingos empiezan con una gran actividad pero se van quedando tenues poco a poco, la extraña melancolía que los tiñen, los domingos son demasiado domingos, me acordé “es una linda tarde de domingo para hacer preguntas”, ojalá tuviese otra linda tarde de domingo para hacer preguntas, en fin, quiero ver unas fotografías tuyas (benditos medios digitales) pero antes veo otras caras. Las fotografías, como nos llevan a esos lugares, las buenas fotografías, por dicha esas son las que me gustan, las que están ahora frente a una pantalla, como se ve de bien, veinticinco fotos, veinticinco momentos de su vida, como viaja ella, ahí está en New York, ahora en México y esta vaya que me gustó, se ve hermosa, me fascina su sonrisa. La galería propia, ahí está inmortalizada con un ojo escondido por una flor ¿dónde estábamos?; como ahí quedó tan buen momento, lindos aretes. Tus fotografías ahora, estás en la playa, hacen linda pareja ya te lo he dicho, tengo que escribirte, ya empecé por esta punta, sigamos de acá.

Eras pequeña y linda, dos palabras muy cortas para decir lo que eras, estabas sentada a la par mía, salimos a caminar, no importaba donde, pese a que siempre íbamos al mismo sitio, el camino de siempre, la subida de siempre y las palabras que nunca nos habíamos dicho, estabas hace unas pocas semanas, ahora más cerca que nunca, tan claro era todo eso, ahora estabas conmigo caminando al mismo lugar de siempre, estabas a un metro y ese era el mejor lugar donde podías estar. Tenías los ojos verdes, el pelo hermoso que llegaba a los hombros, la sonrisa que todavía ahora te adorna, el encanto de la primera vez que te vi y salimos (ahora llega un mensaje de texto, mira quien es, sonrío y respondo, bonito domingo hasta ahora, hay un plato de frutas, me gustan las frutas la mañana de domingo).
Tenías que estar donde tenías que estar, por dicha en ese momento era a un metro mío, pero ya de regreso (me acuerdo de esto ahora, mientras respondo el mensaje de texto ¿qué tal te fue anoche? y se envía, treinta kilómetros tendrá que viajar en mensaje, me podría haber acordado de otros momentos posteriores, pero me acordaba de ese) estábamos en tu habitación, la música que sonaba, la noche que ya empezaba a marcar esas “altas horas de la noche”, el piso de madera en que estábamos sentados y vos a un metro mío, yo que ya era yo desde entonces, vos que eras vos desde entonces. En ese momento que hubiera podido atarme al tiempo y quedarme sentado ahí, con vos a un metro mío, cuando estábamos ahí, en un momento antes de que hubiese gente de gente, cuando era tres años atrás, sin pensar al estar sentados en el piso de madera en lo que la senda del tiempo nos depararía a ambos, cuando empezaríamos a caminar y notaríamos cada tanto que el uno acompañaba al otro, que te cruzarías o me cruzaría y siempre tendríamos una sonrisa (la respuesta del mensaje que llegó, escucho flamenco, la respuesta al mensaje que se va, estoy descalzo, me gusta estar descalzo y añejo) sentados en el piso de madera, no describo nada, trato más bien de entender como terminé con vos a un metro mío, todo el frío de esa noche, todo lo que vendría con ya casi tres cumpleaños después, todo lo que abarcaría vernos de nuevo ahí, sentados en el piso de madera.

Ahora estoy ya bañado, pienso en las fotografías, en general, poner la brújula hacia el recuerdo y notar como hemos ido llegando al futuro, ahora que veo fotos, puedo notar que no podríamos creer ni imaginar donde llegaríamos, si estuviéramos digamos, eternamente en aquél momento en que ella se escondía detrás de un árbol, no hubiera llegado otros momentos y más fotografías si nos hubiéramos quedado en hace tres años, ¡todo lo que no tendría que contarte! Respondo otro mensaje de texto, resulta que esta podría ser una linda tarde de domingo para hacer preguntas, Podría ser que vea al cielo y notar que justo ahora pasa una gran nube blanca, como todos estos días, empezar a notar como se pone en el firmamento, ahora esta esa hermosa nube, quizá haya horas de cielo limpiamente azul, que vea al cielo infinito eternamente celeste, para percibir como graciosamente una nube empieza a aparecer en el firmamento, por la derecha del cuadro, se va poniendo al centro paseándose lentamente y con gracia entonces estar atento y darle “click” y verla inmortalizada en un fotografía, ahí para poder recordarla bien, pero viéndola por ahora en el firmamento. Las fotografías que vienen siendo pequeños poemas gráficos, y ahí donde estuvimos hace tres años, con vos a un metro sentados en un piso de madera, es bueno volver un rato, y agradecerte por el beso aquél
.

Primero al llegar

viernes, octubre 23, 2009